No son pocos los aviones que, como el Fairey Fulmar o el Handley Page
Halifax han sido injustamente olvidados en favor de modelos agraciados con la
propaganda o el protagonismo mediático de su momento.
En el caso del Fairey Barracuda no sólo se ha dado esa ingratitud
histórica, sino que además ha sido un modelo tremendamente vilipendiado.
Vamos a arrojar luz sobre este modelo, que fue el sucesor moderno y
definitivo del anticuado pero eficacísimo Fairey Swordfish y que aunó las
complejas capacidades del torpedeo y el bombardeo en picado.
GÉNESIS
TORMENTOSA
El
desarrollo del Barracuda estuvo salpicado de contratiempos y dificultades.
Línea de producción de Barracudas, en Heaton Chapel.
Al poco de ganar el
concurso para la fabricación del nuevo bombardero/torpedero, Fairey se encontró
con la cancelación del motor elegido para su nuevo modelo, lo que obligó a una
nueva pugna entre los otros motores disponibles y su correspondiente adaptación
a la célula. El Rolls-Royce Merlin 30 de 1260hp sería el elegido y demostraría
ser muy justo de potencia para esta aeronave.
A pesar de ello, el
prototipo alcanzó una velocidad máxima de 433 km/h. a 9000 pies (2743m.) en
configuración “limpia” y 400 km/h. con un torpedo.
El prototipo del Barracuda, con muchas diferencias respecto al modelo de serie.
Durante
su desarrollo, los pilotos experimentaron problemas de control, ocurrió una
alarmante cantidad de accidentes mortales, otros tripulantes se intoxicaron con
los gases de escape y se registraron comportamientos radicalmente diferentes
entre aeronaves teóricamente idénticas.
La
mayor parte del período de desarrollo transcurrió buscando soluciones a este
largo rosario de extraños problemas, algunos de los cuales no consiguieron
solucionarse satisfactoriamente y hubo que seguir investigando tras su entrada
en servicio.
Navegante y artillero de un Barracuda tomando posiciones a bordo. Nótese la
articulación del complejo flap Fairey-Youngman.
Por otro lado, los
pilotos del Aeroplane and Armament Experimental Establishment (A&AEE) alabaron
la excelente visibilidad del puesto de piloto, los controles del avión en su
mayor parte, su manejo en tierra y características de vuelo. La pérdida era
razonablemente progresiva y un suave temblor sacudía la nave antes de
producirse, lo que daba al piloto una cierta alerta previa. Pero en las pruebas
de ataque con torpedos, muchos Barracuda cayeron al mar.
Los mandos del cockpit del Barracuda.
Las investigaciones de
los muchos accidentes revelaron que la aeronave requería un manejo muy preciso
y cuidadoso en las maniobras de picado, aproximación y lanzamiento, y el giro
brusco de retirada, muy alejado de las casi acrobáticas capacidades del
Swordfish.
Además, a medida que
la aeronave se equipaba con material bélico como sistemas de oxígeno o equipos
de radio, ganaba peso alarmantemente, tanto que el Merlin30 tuvo que ser
sustituido por el más avanzado y potente Merlin32.
Labores de mantenimiento de un Barracuda MkII.
“IN THE NAVY”
En diciembre de 1942, el
831Sqn. recibió algunos Mk I mientras el portaviones al que estaba asignado, el
HMS Indomitable, se encontraba en EEUU sometido a labores de modernización y
mantenimiento. El enero de 1943, el veterano 827Sqn. en Stretton fue la primera
unidad equipada al completo con el Barracuda, dotándose de 12 Mk II y dos meses
después el 810Sqn. recibió sus Barracuda en Lee-on-Solent. Este Squadron
también estaba curtido en combate y estuvo practicando con los nuevos aviones
antes de embarcar en el HMS Illustrious. El 810Sqn. sería a su vez el primero
en combatir con los Barracuda.
Al mismo tiempo, comenzó la enorme tarea de organizar el componente de ataque de la Fleet Air Arm de modo que ésta estuviese equipada con el Barracuda. El Squadron de formación de tripulantes de Torpedero-Bombardero-Reconocimiento (TBR), No.747, comenzó a recibir los Barracuda en marzo de 1943. Las escuelas de entrenamiento de apontaje, Nos.767, 768 y 769 Sqns. recibieron sus primeros Barracuda en mayo, julio y noviembre de 1943 respectivamente.
Un piloto del 814Sqn. ha calculado mal el apontaje sobre el HMS
Vengeance y trata por todos los medios de remontar el vuelo y esquivar la isla del portaaviones.
La instrucción de los
primeros Sqns. de primera línea se completó sin problemas. George Dyke, un piloto
del 827Sqn., escribiría más adelante: “Cuando dejé el Sqn. habíamos perdido una
tripulación, pero me enteré de varias muertes más durante las prácticas de
ataques con torpedos. Nadie vio lo que pasó porque la tripulación accidentada
iba en el último avión del grupo y eran los últimos que debían recuperarse del
picado”. Al parecer, las diferencias entre volar en prácticas y volar en
combate habían ocultado problemas en el manejo del Barracuda en determinadas
circunstancias.
Bertie Vigrass |
Ahora,
si alguien sale del picado estabilizando a sólo 60m., levanta los flaps y se relaja,
a los siete segundos se encontrará con su morro cayendo al mar, y él mismo
detrás. Muchos pilotos se mataron en estas circunstancias, pero fue culpa suya,
deberían haberlo sujetado. La otra cuestión era el picado – Tú tienes control
del compensador del timón de profundidad, de modo que puedes usarlo para sacar
el plano de cola del flujo de turbulencia que ocasionan las alas. La mayoría de
problemas con el Barracuda, creo yo, eran cosa de pilotaje. El avión no era
difícil de pilotar, pero era fácil hacerlo erróneamente.”
Fuese por un entrenamiento deficiente, por una mala actuación de sus pilotos, la complejidad del aparato o una combinación de todos esos factores, el Barracuda había registrado un elevado número de accidentes mortales en sus primeros meses de servicio, lo que le proporcionó una malísima fama que arrastraría para siempre, un poco en la línea del americano B-26 Marauder.
EL BARRA VA A LA GUERRA
El 8
de junio de 1943, el 810Sqn. embarcó en el HMS Illustrious. El portaaviones
patrulló frente a la costa noruega en julio y puso rumbo al Mediterráneo al mes
siguiente para prestar apoyo a los desembarcos aliados en Italia. Sin embargo,
exceptuando patrullas antisubmarinas durante la navegación, la presencia del
810Sqn. fue en buena medida innecesaria, puesto que Italia se rindió el día en
que iniciaba las operaciones.
A punto de despegar del HMS Illustrious, el Barracuda TR.III ME261 305.JR
del 815 Sqn. Este aparato cayó al mar en febrero de 1945 y fue reemplazado por
el RJ909, mostrando a su vez el código 305.JR.
Había también nuevos
procedimientos para el lanzamiento de torpedos. Un informe del Naval Air
Department, del Almirantazgo, de abril de 1944 comparaba varias tácticas de
lanzamiento: Una aproximación y lanzamiento paralelos al rumbo del buque
objetivo y el método tradicional de aproximarse perpendicularmente al rumbo del
buque. A 200 nudos (370km/h), con un lanzamiento a 1000 yardas (914m.) de
distancia, el ataque en paralelo se había revelado ocho veces más seguro que el
típico ataque “de flanco”.
Desde el comienzo de
1944, los portaaviones de la Home Fleet comenzaron una campaña de ataques
antibuque destinada a interrumpir las vías de suministros alemanas. Esta
campaña se vio puntualizada con ataques contra el acorazado alemán Tirpitz, que
seguía siendo una constante amenaza a los vitales convoyes árticos que llevaban
material bélico a la URRS.
El Tirpitz anclado en el fiordo de Kafjord, Noruega.
Diez
Barracudas del HMS Furious protagonizaron en el primer ataque que realizó este
modelo, en febrero de 1944, durante el cual bombardearon en picado un mercante
embarrancado en Stadlandet, Noruega. A pesar de la respuesta de los Bf109 y
Fw190, los Barracuda escaparon indemnes. Durante los meses siguientes, los portaaviones siguieron
efectuando ataques contra buques mercantes con torpedos o bombas. Sin embargo, la mayor preocupación en las aguas del
Norte la protagonizaba el acorazado gemelo del ya hundido Bismarck, el Tirpitz, la “solitaria reina del norte”. Como un
moderno bombardero en picado, capaz de arrojar una bomba con gran potencial
antibuque, el Barracuda era la solución ideal.
El Tirpitz había resultado dañado a consecuencia de una incursión de submarinos de bolsillo en septiembre de 1943, pero se temía que las reparaciones estuviesen cerca de su conclusión. Permanecía atracado en Kafjord al norte de Noruega, protegido por redes antitorpedo, baterías antiaéreas, buques antiaéreos y generadores de humo. Un ataque torpedero era completamente imposible, pero los Barracuda equipados con la bomba perforante de 1600lb. podían causar graves daños, incluso a un buque tan acorazado como el Tirpitz.
El Tirpitz había resultado dañado a consecuencia de una incursión de submarinos de bolsillo en septiembre de 1943, pero se temía que las reparaciones estuviesen cerca de su conclusión. Permanecía atracado en Kafjord al norte de Noruega, protegido por redes antitorpedo, baterías antiaéreas, buques antiaéreos y generadores de humo. Un ataque torpedero era completamente imposible, pero los Barracuda equipados con la bomba perforante de 1600lb. podían causar graves daños, incluso a un buque tan acorazado como el Tirpitz.
Uno de los submarinos que participaron en la Operación Source contra el Tirptz.
¡HUNDID EL TIRPITZ!
¡HUNDID EL TIRPITZ!
La
operación Tungsten (abril de 1944) implicó a dos alas de TBR, la No.8 (HMS Furious) y la No.52
(HMS Victorious), integradas por los Sqns. Nos. 827 y 830 y los Nos.829 y 831,
respectivamente. Éstos proporcionarían la fuerza de ataque. Los Vought Corsair,
Supermarine Seafire y Grumman Hellcat y Wildcat proporcionarían la escolta.
Uno de los atacantes, del 831 Sqn.
Se recreó un escenario
del bombardeo a escala real en el Loch Eriboll, completado con falsas baterías
antiaéreas y generadores de humo. Los Sqns. practicaron repetidas veces en este
escenario y realizaron un ensayo total del ataque el 28 de marzo.
El ataque constaría de
dos oleadas, con un ala de Barracudas en cada una. Se optó por una combinación
de bombas para equilibrar el máximo daño con la mayor posibilidad de lograr un
alto número de impactos: bombas de 500 lb. semiperforantes (SAP), bombas de
1600 lb. perforantes, bombas antisubmarinas de 600 lb. (AS) y bombas de 500 lb.
de media capacidad (MC), estas dos últimas para la neutralización de las
baterías antiaéreas.
Seafires y un Barracuda en los hangares del Furious, 1944.
A las 4:24am del 3 de
abril de 1944, un total de 21 Barracudas alzó el vuelo. Una segunda oleada despegó una hora más tarde, cuando el primer grupo comenzaba el ataque.
Los Barracuda se anotaron cuatro impactos de bombas de 1600 lb. perforantes,
cuatro de bombas de 500lb. MC, seis de bombas de 500 lb SAP y uno de bomba de
600 lb. AS, contra la pérdida de un Barracuda y su tripulación.
.
Además de los
daños causados al gran acorazado, 122 de sus tripulantes fueron muertos y 316
heridos, incluyendo al capitán. El Tirpitz no sería capaz de hacerse a la mar
durante al menos los siguientes tres meses.
.
El Mk.II 6M del 810Sqn. despega con una bomba perforante de 1600lb.
MÁS ÉXITOS INICIALES
El
mismo mes, pero a más de 2500 millas de distancia, el Ala TBR No.21 a bordo del
HMS Illustrious estaba lista para atacar objetivos japoneses, con el
portaaviones estadounidense USS Saratoga proporcionando la escolta de cazas. El
19 de abril, 17 Barracudas del Illustrious, junto a Douglas SBD Dauntless y
Grumman TBF Avengers del Saratoga, atacaron el puerto de Sabang en Sumatra,
reservas petrolíferas, el aeródromo de Lho Nga y otras instalaciones.
Los Barracuda vuelan bajo cerca de Noruega.
Barracuda del 810Sqn, HMS Illustrious, abril de 1944.
Los
Barracuda bombardearon en picado con éxito dos mercantes, dos destructores, un
buque de escolta, depósitos de petróleo y una estación de radio. El ataque fue
un éxito total y causó aún más problemas a las ya saturadas fuerzas japonesas
que estaban en la entrada del estrecho de Malaca.
.
Barracudas al inicio de una patrulla antibuque en la costa noruega.
De
nuevo en aguas del Norte, el Ala del Furious regresó a las costas noruegas para
atacar el tráfico marítimo entre abril y mayo. el TAG Arthur Wells tomó parte
en varias de estas misiones y describió la experiencia del artillero: “Tras uno
o dos picados te acostumbras a descender en picado de espaldas. Tenías la
sensación de estar cayendo casi verticalmente. El piloto siempre te pedía que
le fueras diciendo lo que iba pasando ahí fuera mientras él se lanzaba sobre el
blanco, pero normalmente no podías ver mucho a causa de las “ges”.
Un
nuevo raid contra el Tirpitz, bautizado Operación Mascot, fue lanzado el 17 de
julio. Sin embargo, las defensas alrededor del buque habían sido reforzadas y
los sistemas de alerta previa, mejorados. Así que cuando los 44 Barracuda de
los Sqns. Nos. 820, 826, 827 y 830 llegaron, el Tirpitz estaba oculto bajo una
densa capa de humo. Esta vez no se registró ningún impacto.
El 22 y el 24 de agosto
se efectuaron otras operaciones más contra el Tirpitz, los raids de la
Operación Goodwood. Solamente se consiguió encajar una bomba, de 1600 lb., el
segundo de los días de ataques, pero al contrario que en anteriores bombardeos,
esta vez la bomba penetró el blindaje vertical de la cubierta de proa. Lamentablemente, no explotó, pero
de haberlo hecho, la situación hubiese sido grave para la Kriegsmarine.
Un último ataque el 29 de agosto tampoco consiguió ningún impacto
adicional, a pesar del “marcaje de objetivo” llevado a cabo por los Hellcat por
medio de bengalas. La necesidad de que la Home Fleet escoltase el convoy del
Artico RA59 puso fin a los raids del Tirpitz. Estos habían sido una excelente
colaboración entre diferentes fuerzas de la Commonwealth, con grandes
contingentes de Nueva Zelanda y Canadá entre otros.
Los nuevos ataques contra el Tirpitz resultaron infructuosos.
Los Lancaster recogerían el testigo de los Barracuda.
LEJANO ORIENTE
En el Extremo Oriente, los exitosos ataques contra Sabang habían sido
seguidos por ataques adicionales en la región. Los bombarderos en picado del
Illustrious participaron en ataques contra las islas Andaman el 21 de julio, incluyendo un bombardeo de
Port Blair contra la pérdida de un Barracuda.
Los Barracuda en el Lejano Oriente.
Los siguientes ataques fueron contra el puerto de Emmahaven y la fábrica
de cemento de Indaroeng el 24 de agosto. El Ala 12 TBR participó despegando
desde el HMS Indomitable. Aunque estas incursiones no fueron pan comido para
los bombarderos en picado, como narra Alfred Wright, un TAG durante el raid:
“Había polvo de cemento por todas partes en cuanto unos pocos primeros aviones
lanzaban sus bombas y tras ellos nadie veía nada, de modo que se lanzaban las
bombas completamente a ciegas.” No obstante estas incidencias, el Barracuda estaba causando
daños al enemigo.
En vuelo hacia las islas Nicobar en septiembre de 1944
Al Indomitable se le unió el HMS Victorious, con el reformado 822Sqn.,
para sucesivos ataques contra Sigli, Sumatra, dentro de la operación Light Baker, lanzada el 18 de
septiembre, que también incluyó el reconocimiento fotográfico de las islas
Nicobar.
LOS NUEVOS AVENGER
La moral de las unidades de Barracudas había subido, tras haber superado
la “primera sangre”. Por tanto, cuando se tomó la decisión de retirar los
Barracuda del Teatro del Pacífico, cayó como un jarro de agua fría sobre las
tripulaciones. El estadounidense Grumman Avenger estaba fabricándose en enormes
cantidades y tenía mayor alcance. Con las relativamente escasas reservas de
potencia del Barracuda en los tórridos climas del Indico y el Pacífico, los
raids debían efectuarse a alcances de aviones basados en tierra. Incluso así, a
algunas tripulaciones les parecía una mala idea, lo que contradice la mala fama del Barracuda. El Avenger era incapaz de
efectuar ataques en agudos picados como el Barracuda y sólo podía cargar el
pesado y frágil torpedo americano Bliss-Leavitt. Tras el bombardeo de Sigli, el
822Sqn. fue enviado de regreso al sur de la India y más tarde al Reino Unido
para su disolución.
Retornando desde las islas Nicobar, con un submarino de rescate al fondo,
tal vez el HMS Spirit.
El 17 y 19 de octubre de 1944, los Sqns. Nos. 815 y 817 del HMS
Indomitable atacaron Nancowrie Harbour en las islas Nicobar. Durante el primer
ataque hundieron un barco contra la pérdida de un Barracuda, así como un
segundo resultó derribado dos días después. Ambas unidades fueron después
retiradas, siendo sus Barracuda almacenados en Coimbatore.
De todos modos, el Barracuda aún tenía que proporcionar valiosas
actuaciones. El desarrollo del Mk.III, con su radar ASV MkX, otorgó al Barracuda mucha mejor capacidad antisubmarina que sus predecesores.
Algunos Sqns. fueron transferidos al Coastal Command para efectuar misiones
antisubmarinas o antibuque con base en tierra y realizaron misiones antibuque
adicionales sobre el Mar del Norte. El HMS Implacable embarcó a los Sqns. Nos.
828 y 841, desarrollando operaciones frente a la costa noruega a lo largo de
tres días a finales de octubre, finalizando una campaña en la que 32 buques,
incluyendo un U-boat, comprendiendo más de 40.000 tons., habían sido hundidos o
dañados.
COASTAL COMMAND
Varios Sqns. de Barracudas fueron asignados al
Coastal Command a principios de 1945. Basado en Irlanda del Norte para
protección de convoyes, el 815Sqn. vio poco la cara al enemigo, pero la amenaza
aún existía incluso en esta tardía fase de la guerra.
Barracuda MkIII del 815Sqn. El nuevo radar está en posición ventral, bajo el código de unidad.
Por su
parte, los SQNs. Nos. 810 y 822 estuvieron implicados en la enorme preparación
de la Operación Overlord (el desembarco de Normadía). Los Barracuda
interceptaron submarinos alemanes de bolsillo, que atacaban a los mercantes
aliados desde el estuario del Scheldt, en lo que se llamó operaciones High Tea.
Los
Squadrons emplearon una mezcla de Mk.II y Mk.III, gozando este último de una
mayor capacidad de detección con su radar ASV Mk.X, de modo que podía liderar
un grupo de Barracuda Mk.II hacia el objetivo. El Sub-Lieutenat D.J. McCarthy
del 810Sqn. se apuntó el primer éxito el 13 de abril al hundir un submarino en
el Mar del Norte. Tres submarinos más fueron reclamados como “probables”.
En
agosto los Barracuda proporcionaron el apoyo “paraguas” al ingenioso sistema PLUTO
(Pipe Line Under The Ocean u oleoducto submarino) que tendería un oleoducto
bajo el Canal de la Mancha. Este empleaba enormes bobinas flotantes arrastradas
por remolcadores para ir tendiendo una tubería sobre el lecho marino. Las
operaciones comenzaron el 12 de agosto y con el tiempo PLUTO trasvasaría más de
1000 galones (4564l.) de combustible diarios hacia Francia.
Las imágenes de Barracudas con bandas de invasión son poco frecuentes. Este , además, lleva un dibujo personal en el morro.
Otro
reclutado por el Coastal Command fue el 827Sqn., que había integrado al 830Sqn.
integrado por neozelandeses, estuvo atacando a los buques alemanes frente a las
costas danesas. Efectuaron 8 misiones antes de que la experiencia del Sqn. se
echase en falta en el Pacífico, donde el 827Sqn. embarcó en el HMS Colossus, un
nuevo portaaviones ligero de flota.
Un Barracuda Mk.II sobrevuela su portaaviones, el HMS Venerable.
La
creación de nuevos Squadrons en el Reino Unido con vistas a equipar estos
nuevos portaaviones ligeros prosiguió para reforzar las Indias Orientales y las
Flotas del Pacífico Británicas. Los portaaviones Venerable (814Sqn.), Glory
(837Sqn.), Vengeance (812Sqn.) y Colossus (que daba nombre a la clase, con el
827Sqn.) eran una nueva clase de portaaviones, un poco más pequeños que la
precedente Illustrious, en la que se basaban. Carecían de cubierta blindada de
vuelo, pero tenían una buena movilidad y capacidad de aeronaves, siendo más
económicos y rápidos de fabricar que los portaaviones
de combate tipo Illustrious. Estuvieron terminados y alcanzaron el frente del
Pacífico antes de la rendición de Japón, pero sólo por unas semanas. Estas
unidades se estaban preparando para apoyar la invasión de Japón, y estaban en
el briefing previo a un ataque sobre Truk cuando el gobierno japonés se rindió
el 15 de agosto de 1945. En lugar de eso, estos Barracuda apoyaron la
reocupación de Hong-Kong y el 31 de agosto y el 1 de septiembre tomaron parte
en el bombardeo y ametrallamiento de unidades navales japonesas, que se temía
podrían intentar un ataque suicida contra la Flota Aliada.
ULTIMOS ACTOS
El
fin de la guerra canceló de inmediato la creación de nuevos Squadrons de
Barracudas. Algunos de los existentes fueron disueltos, mientras que otros
fueron rápidamente convertidos al Fairey Firefly. El 827Sqn. mantuvo los
Barracudas durante más tiempo que nadie en el Lejano Oriente, disolviéndose
finalmente en Lee-on-Solent en julio de 1946.
Un Barracuda acelera sobre cubierta, mientras un Sea Hornet y un Firefly
aguardan su turno, en mayo de 1951.
Pero su operatividad no
finalizó ahí. En diciembre de 1947, el Sqn. de segunda línea 744 fue renumerado
como 815Sqn. y el Barracuda volvió a formar parte del arsenal de primera línea.
El 815Sqn. efectuó tareas de patrulla antisubmarina basado en tierra con 12
barracuda Mk.II hasta 1953, año en que los Barracuda de segunda línea también
realizaron su última misión.
Las Armadas de Francia
y Canadá también emplearon los Barracuda después de la guerra. Los franceses
hasta 1949, sorprendentemente para misiones clandestinas sobre Argelia, y los canadienses
hasta 1948. Además, un Sqn. holandés, el 860 de la Armada Holandesa, operó los
20 Barracuda Mk.III y un Mk.II del 822Sqn. a partir de junio de 1945 hasta mayo
de 1946, desde el HMS Nairana.
Barracudas del 860Sqn. del Servicio Aéreo de la Real Marina Holandesa, a
bordo del HMS Nairana en 1945. A pesar del cambio de tripulaciones, los
aparatos mantuvieron las insignias de su anterior unidad, el 822Sqn. de la FAA.
Así
termina la carrera del Barracuda, uno de los aviones que más críticas y logros
ha conseguido en la historia. Se ve que los tripulantes que hablaban bien de él
fueron menos escuchados. Tal vez a consecuencia de esas críticas no se conserve
ni uno solo de todos los que se construyeron. Unicamente se conserva parte del
morro de uno de ellos en el Fleet Air Arm Museum en Yeovilton.
¡Saludos
de El Hangar, en el 68 aniversario del Día-D!
FIREBRAND
Magnífica noticia el que la estancia en el hangar haya sido tan breve y retomando la cosa con un entradón.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Muchas gracias por ese "entradón"! ;)
EliminarMe vino la inspiración gracias a haber encontrado la carta del Barrcaduda en el foro internacional de WoW, y a un extenso y profundo artículo que aparece en una revista británica, de donde he sacado buena parte de la detallada información.