El
Fairey Albacore surgió de la necesidad de buscar un sucesor al exitoso y
versátil Fairey Swordfish. A pesar de tan loable propósito, Fairey se vio
entorpecida continuamente por el Almirantazgo, que rechazó ideas avanzadas,
como la configuración monoplana, frente a rasgos del avión que les funcionaba,
el Swordfish. Además, a lo largo de la fase de estudio del proyecto, el
Almirantazgo cambió sus criterios en varias ocasiones, provocando las
inevitables complicaciones y demoras. Por último, los prototipos mostraron un
mal comportamiento en pérdida, que exigió una revisión del diseño para
conseguir un manejo seguro en los aviones de serie.
El prototipo del Albacore voló por primera vez el
12 de diciembre de 1938.
Debut en el Coastal Command
Tras superar todo este rosario de problemas de desarrollo, el 826 Sqn.
recibió 12 Albacores en Ford el 15 de marzo de 1940, entrando así el nuevo
modelo (por fin) en servicio. Durante abril y principios de mayo, el 826 Sqn.
voló más de 400 misiones de entrenamiento sobre los polígonos de pruebas de
Littlehampton, Sussex. El 21 de abril volaron a Jersey para una semana de
entrenamiento en bombardeo en picado, vuelo nocturno y en formación.
De regreso en Ford, el
826 acató la orden de proporcionar cobertura aérea a la evacuación de Dunkerque
y el 29 de mayo 11 Albacores volaron hasta la base de la RAF de Bircham Newton,
Norfolk, como fuerza de ataque de bombardeo en picado bajo la directiva del Coastal
Command de la RAF.
La exhaustiva puesta a punto del motor Bristol Taurus y sus conexiones.
Nueve Albacores volaron al sur, a Detling y realizaron su primera misión
de combate el 31 de mayo para atacar objetivos alemanes en Bélgica. Un bombardeo diurno, lanzando cada
aparato seis bombas de 250lbs. de uso general contra las posiciones alemanas en
los cruces de carreteras tras el puerto de Nieuport en Flandes. No contaban con
escolta de cazas, pero tuvieron la suerte de no encontrar caza enemiga ni artillería
antiaérea.
Aquella misma noche varios Albacore
patrullaron la zona de Flushing en busca de E-boats (lanchas torpederas), pero
aunque un Albacore llegó a atacar a tres naves alemanas, los daños causados
fueron mínimos. Cabe destacar que un Albacore llegó a ponerse a cola de un
Heinkel 111, sólo para comprobar que su única ametralladora frontal no
funcionaba.
Uno de los primeros Albacore en vuelo. Nótese la
elevada insignia de la deriva de los primeros modelos y la peculiar mira de
torpedeo que montaron todos los aparatos, delante del parabrisas, sobre el
capó.
El Sqn. regresó a su base de Bircham Newton el 1 de junio, pero no se
emitieron órdenes para nuevas operaciones. El día 5 despegaron para escoltar
convoyes entre Flamborough Head y Oxfordness, prosiguiendo con ese tipo de
misión durante los siguientes días. Eran misiones largas y aburridas, llegando
a efectuar vuelos de hasta 5 horas sin ver otra cosa que el convoy escoltado.
Para variar, el día 12 seis Albacore se dirigieron al puerto de Boulogne para
bombardear por la noche una base de E-Boats.
El 826 desempeñó un nuevo cometido, el
minado. 6 Albacores salieron la noche del 15 de junio para arrojar minas en una
zona concreta. El 17 y 18 del mismo mes, lanzaron más minas al mar, mientras
que el día 19 bombardearon el puerto de Ijmuiden en Holanda, quedando varios
objetivos en llamas. Dos días después 6 Albacore recibieron órdenes de
localizar un convoy enemigo cerca de las islas Frisias en pleno día, pero
acabaron separándose entre las nubes bajas y no consiguieron encontrarlo. Mejor
que volver a base con su carga bélica intacta se dirigieron a atacar los
aeródromos holandeses de De Kooy y Willemsoord, pero se encontraron con los
Bf109E. Dos Albacore cayeron ante la caza germana, una tripulación murió y la
otra aterrizó forzosamente, destruyendo su avión. El L7111:4L resultó
gravemente dañado, aunque su ametrallador / telegrafista (Telegraphist Air
Gunner ó TAG), Naval Airman C.J.H. Homer manejó con pericia su arma y logró
derribar uno de los Bf109E. Su derribo, confirmado, le valió la Medalla de
Servicios Distinguidos (Distinguished Service Medal ó DSM).
Uno de los primeros Albacore en servicio, con el
826 Sqn., sept. 1940.
El 24 de junio un Albacore sobrevolaba el Mar del Norte en patrulla
antisubmarina cuando su hélice se detuvo repentinamente.
Su TAG (Telegraphist Air Gunner) envió un SOS que fue recibido por su
base, Bircham Newton, al que simplemente respondió “esperad”, lo que no era
fácil sin un motor que les mantuviese en vuelo. Sin embargo, el SOS llegó a
otras dos estaciones y tras la correspondiente triangulación, notificaron al
servicio de rescate dónde se encontraban –a 17 millas de Grimsby- pero no sería
hasta muchas horas más tarde que conseguirían sacarlos del agua. Después
volvieron las escoltas de convoyes y ataques a puertos holandeses, pero el 3 de
julio de 1940 todos los Albacore fueron inmovilizados por problemas con los
motores Bristol Taurus. A lo largo de las siguientes semanas todos los Albacore
retenidos recibieron motores nuevos, una plancha de blindaje para la cabeza del
piloto y depósitos autosellantes. Durante este tiempo, el 826 Sqn. empleó 10
Albacores en patrullas de escolta de convoyes.
Entretanto, el 829 Sqn.
se había formado con 9 Albacores el 15
de junio de 1940 en
Ford y en septiembre el 828 se constituyó también con 9 Albacore más. A lo
largo de 1940 los Albacore desempeñaron casi exclusivamente misiones basadas en tierra, a pesar
de su cometido teórico. No fue hasta bien entrado 1941 que los Albacore
embarcaron en los portaaviones de la Royal Navy.
Durante 1941, se constituyeron otros
seis Sqns. de Albacore. Los 817, 831, 832, 820, 815 y 818 Sqns. En 1942, cuatro
Squadrons de primera línea recibieron los Albacore, los 821, 822, 823 y 841.
Las únicas otras unidades de primera línea que emplearon los Albacore fueron el
119 Sqn. de la RAF y el 415 Sqn. de la RCAF.
Albacore MkI del 817 Sqn, en el simulador de vuelo
FSX.
Volviendo a 1940, el 3 de agosto los Albacore “recibieron el alta” y
reanudaron las operaciones. Los del 826 permanecían de guardia durante el día
por si se producía la invasión y por la noche atacaban puertos y tráfico
marítimo enemigo. La noche del 12 de agosto la tripulación del 4P estuvo de
suerte, ya que se toparon una barrera de globos cautivos sobre Harwich y tras
engancharse con un cable, lograron cortarlo y volver a la base.
El resto de agosto y los primeros días
de septiembre los Albacore salían casi cada noche para atacar las barcazas de
invasión y los puertos de la zona del Canal, así como todo E-boat que viesen.
Con frecuencia el papel desempeñado por este avión ha sido ensombrecido por
otras acciones de la RAF, que también atacaba los puertos enemigos. El 24 de
agosto bombardearon los depósitos de combustible de Vlaardingen, cerca de
Rotterdam y el 2 de septiembre los de Flushing, perdiendo un Albacore por la flak.
Seis Albacore salieron el 11 de septiembre para localizar un convoy a la altura
de Calais. Iban escoltados por seis cazas Blenheim del 235 Sqn. pero éstos no
lograron frenar la respuesta de la Luftwaffe, cuyos Bf109 derribaron un
Albacore y dañaron otros tres. Los Bf109 no lo tuvieron fácil,
pues el TAG del 4P, NA Bugden derribó uno de ellos y compartió otro derribo con
el TAG del 4M, R.E. Mathews y uno de los Blenheim.
El caza bimotor Bristol Blenheim Mk.IF.
Este suceso dejó clara la necesidad de contar con los TAG en
operaciones efectuadas por aviones lentos. Tales operaciones prosiguieron hasta
el 3 de octubre, al ser retirado el 826 Sqn. y trasladado para entrenar sobre
armamento a St. Merryn, Cornwall, el día 7.
Operativamente, las
tripulaciones de los Albacore que volaron bajo la insignia del 16 Group,
Coastal Command, lanzaron más de 55 tons. de bombas contra objetivos enemigos,
unas 7 tons. de minas al mar y escoltaron más de 100 convoyes contra la pérdida
de sólo 5 Albacores, 4 dañados, 8 tripulantes muertos o dados por
desaparecidos, de los cuales 5 habían sido hechos prisioneros.
El 819 Sqn. operaba desde Manston, pero
ésta se convertiría en la base de dos Sqns. de Hawker Typhoon dedicados a
combatir la amenaza de las bombas volantes V-1. de modo que en agosto el 819 se
trasladó a Swingfield, poco más de una pista de hierba junto a Folkestone. Al
día siguiente se les unió el 119 Sqn., también con Albacores como parte de la
No.155 (GR) Wing. El 119 se había hecho cargo de los Albacore del 415 Sqn.
(RCAF) al ser éste equipado con los cuatrimotores Handley-Page Halifax el 19 de
julio de 1944, aunque sólo los emplearon hasta marzo del año siguiente.
La Batalla del Cabo Matapan
El acorazado Vittorio Veneto.
Italia contaba con buenos buques de guerra, pero carecían de radar y de portaaviones.
Los primeros Albacore que embarcaron en un portaaviones fueron los de
los 826 y 829 Sqns., uniéndose al HMS Formidable el 26 de noviembre de
1940, para dar escolta a un convoy con destino a Freetown, Sierra Leona y más
adelante hasta Ciudad del Cabo. Cuando el Illustrious resultó dañado en
combate, se hizo necesaria la presencia del Formidable en el
Mediterráneo, donde los Albacore de los 826 y 829 Sqns. jugaron un papel
crucial en la Batalla del Cabo Matapan. No obstante, durante la travesía, 5
Albacores del 826 lanzaron minas al puerto de Mogadiscio, en la Somalia
italiana. Dos más se unieron al 829 Sqn. para bombardear en picado los muelles
e instalaciones portuarias. El 13 y el 21 de febrero de 1941 atacaron en sendas
ocasiones la base naval italiana de Massawa, el 826 hizo 12 salidas de
bombardeo en picado para debilitar las defensas mientras el 829 lanzó 11
torpedos. Aunque los daños causados fueron limitados, estas acciones dieron a
los aviadores una vital experiencia de combate.
Albacores del 817 Sqn. vuelan en formación cerrada
para lanzar minas.
El 1 de marzo, los Albacore acudieron de nuevo, atacando los
muelles. Uno de ellos fue abatido durante estos bombardeos. Tras cruzar el Canal de
Suez sendos Sqns. desembarcaron en Dekheila, cerca de Alejandría. Seis
tripulaciones veteranas volaron al aeródromo de Benina, al este de Bengasi,
donde tres de ellos atacaron buques enemigos el 18 de marzo. El Sub. Lt. A.H.
Blacow lanzó su torpedo contra un barco de 1.500 tons. y lo mandó al fondo. Los
demás Albacore hundieron dos buques de menor tamaño a la altura de Trípoli.
A bordo del Formidable los
Albacore participaron en la que sería su más importante acción como aviones de
ataque embarcados. Durante la que se conocería como Batalla del Cabo Matapan,
los Albacore de los 826 y 829 Sqns. lanzaron nueve ataques con torpedos
mientras el resto proporcionaba cobertura. Aquella mañana un Albacore había
despegado para efectuar una búsqueda de naves enemigas tras recibirse informes
de la presencia de las mismas. Con los Fulmar de los 806 y 809 Sqns.
proporcionando escolta de caza, el Formidable lanzó los Albacore al
ataque de la flota italiana.
El Albacore X9185 se dirige con su torpedo hacia el
objetivo.
Los Swordfish del 815
Sqn. basados en Maleme, Creta, también se unieron al combate. Los biplanos
atacaron al acorazado de la Regia Marina, Vittorio Veneto, en medio de
un intenso fuego antiaéreo pero sus esfuerzos fueron vanos, logrando el buque
de la Regia Marina esquivar los agresivos “peces” que los biplanos británicos
le lanzaron.
Por la tarde se efectuó un segundo ataque, logrando esta vez un
impacto de torpedo, a costa de la pérdida del líder de la formación, quien
logró dicho impacto, el Lt. Cdr. J. Dalyell-Stead RN. Pero el torpedo del
Albacore había dañado el propulsor de babor e inundado con 4000 toneladas de
agua al poderoso Vittorio Veneto. Este se vio obligado a detenerse para
reparar en lo posible sus daños, consiguiendo retomar la navegación a 19 nudos
a las 16:42.
Los navíos británicos retomaron la
persecución y lanzaron un tercer ataque aeronaval al caer la tarde, con seis
Albacore y dos Swordfish, además de los dos Swordfish de Maleme. Los aviadores
británicos, al mando del Lt.Cdr. W.G.H. Saunt DSC, atacaron con coraje a las
naves italianas haciendo caso omiso de la fuerte barrera antiaérea. Además, el Vittorio
Veneto disparaba sus 9 cañones de 381mm. (15 in.) al mar frente a ellos
para crear cortinas de agua, en un intento de frustrar su ataque.
Un Albacore en el momento de lanzar su torpedo.
A pesar de ello, un crucero italiano de 10.000 tons., el Pola,
fue alcanzado por un torpedo y dañado, deteniendo su andar. Dos naves hermanas
de ésta (Fiume y el Zara) y varios destructores recibieron la
insensata orden de regresar en su ayuda, con lo que sólo se logró que todas
ellas fueran presa fácil de la superior escuadra británica. En plena noche, el
radar de la Royal Navy y el mayor porte de los acorazados Barham, Valiant
y Warspite no tuvieron rival. Estos hundieron dos destructores italianos
en los cinco primeros minutos del combate, mientras otros dos escaparon, si
bien uno muy dañado. También en cuestión de tres minutos, los cruceros Fiume
y Zara se iban al fondo del Mediterráneo.
El Pola fue
capturado, aunque demasiado dañado, terminó siendo echado a pique tras embarcar
en los destructores a sus heridos y rescatar armamento ligero.
El crucero pesado Pola, víctima de
los Albacore.
Tras
la guerra, el almirante Angelo Iachino, al mando de la flota italiana durante
la batalla, felicitaba a las tripulaciones de los biplanos
que sembraron la semilla de la derrota de su flota, por su coraje y habilidad
en el ataque efectuado en la Batalla del cabo Matapan.
Durante abril de 1941, algunos Albacore
volaron a El Adem, al sur de Tobruk, para volar con la RAF durante unos días.
El 25 de mayo la Mediterranean Fleet puso rumbo hacia Creta para ayudar a las
fuerzas aliadas. Al día siguiente los Albacore del 826 Sqn. atacaron el
aeródromo enemigo de la isla de Scarpanto bombardeando los aviones en tierra
mientras por su parte, los Fulmar de escolta los batían con sus 8
ametralladoras de 7,7mm.
Fiat CR.42 Falco de la 162 Squadriglia, 161 Gruppo
Autonomo CT (Caccia Terrestre). Aeródromo de Scarpanto , islas del Egeo,
1940/1941.
Nueve horas más tarde,
los Ju87 y Ju88 bombardearon en picado al Formidable, logrando dos
impactos directos y varios que fallaron por muy poco. Los daños fueron lo
bastante serios para forzar la retirada del Formidable y enviarlo a los
Estados Unidos para ser reparado.
El 826 Sqn. se
trasladó a Dekheila, desde donde apoyaría las acciones de la RAF durante los
siguientes 20 meses.
Petsamo y Kirkenes
Tras
la invasión de la URSS en junio de 1941 (Operación Barbarroja), la Royal Navy
se vio obligada a prestar ayuda a su nuevo y único aliado no conquistado por el
Eje, por medios directos o indirectos.
Así, los portaaviones británicos atacarían las comunicaciones alemanas al norte
de la península escandinava.
Zona de operaciones de Petsamo y Kirkenes. Nótese
la chocante proximidad de la frontera soviética.
El
HMS Victorious, con los 827 y 828 Sqns. a bordo (12 y 9 Albacores respectivamente)
junto al 809 Sqn. con 12 Fulmars, zarparía junto al HMS Furious, que
embarcaba al 817 Sqn. con 9 Albacores, el 812 Sqn. con 9 Swordfish, el 800 Sqn.
con 9 Fulmars y el
880 Sqn. “A” con 4 Hawker Sea Hurricanes. Dos cruceros y seis destructores
escoltarían a ambas naves, zarpando de Scapa Flow hacia Islandia para repostar
combustible.
La
idea era atacar Petsamo en Finlandia y Kirkenes en Noruega mientras el minador Adventure
entregaba un cargamento de minas en
la base soviética de Arkhangelsk, en el Mar Blanco. La tarde del 30 de julio de
1941, el Furious lanzó 9 Albacores, 9 Swordfish y 6 Fulmars contra
Petsamo mientras el Victorious lanzaba 20 Albacores y 9 Fulmars contra
Kirkenes. Los 3 Fulmars que le quedaban al Victorious y los 4 Sea
Hurricane del Furious darían cobertura aérea a la Flota.
Lamentablemente
la fuerza atacante había sido detectada con antelación por un avión de
reconocimiento, lo que puso sobre aviso a las bases enemigas. Se pensó que esa
situación reforzaba la necesidad de atacar las bases, por lo que los aviones
siguieron adelante. 9 Albacores del 817 Sqn, 6 armados con torpedos y 3 con
bombas, volaron bajo sobre el mar, internándose en el golfo de Petsamo, sólo
para descubrir un pequeño buque, al que hundieron. También destruyeron unos
rompeolas de madera a falta de objetivos dignos de ese nombre. Además, este
improductivo raid le costó al Furious un Albacore y 2 Fulmars.
Un Bf109 a punto de abatir a un Fulmar.
Sobre
Kirkenes las cosas fueron diferentes, con la cobertura aérea a cargo de la
Luftwaffe. Los Albacore hundieron el mercante de 2.000 tons. MV Rottver,
incendiaron otro buque y dañaron diversas instalaciones de la costa. Pero al
final la fuerza de ataque había perdido 11 de sus Albacores a manos de la
antiaérea y la caza enemiga. Sólo uno de los biplanos regresó indemne, que
además logró derribar un Ju87 con su única ametralladora delantera. Los Fulmar
derribaron 2 Bf110 y un Bf109, pero dos de ellos resultaron derribados a su
vez.
Uno de los Albacores del 827 Sqn.del HMS
Victorious, derribados sobre Kirkenes. Posteriormente este ejemplar sería
recuperado y expuesto en el Fleet Air Arm Museum.
Los Albacore
supervivientes del Furious se trasladaron al Victorious para reponer sus
pérdidas. Los planes para futuros ataques quedaron aplazados hasta la llegada
de aviones más adecuados para ese escenario.
El Albacore maltés
A medio camino entre
Libia y Sicilia, Malta es un punto estratégico en el Mediterráneo desde la
Antigüedad. En la Segunda Guerra Mundial, crucial para los británicos entre
Gibraltar y Alejandría y para el Eje entre Italia y el Norte de Africa.
Inicialmente, los cazas que defendían la isla eran unos pocos heroicos y
vetustos biplanos Gloster Gladiator, hasta que empezaron a llegar primero los
Hurricane y más tarde, los Spitfire. También llegó a la isla una unidad de
entrenamiento de Swordfish, el 767 Sqn., del cual la mitad regresó a Inglaterra
y el resto se quedó en Malta para formar el 830 Sqn.
Febrero de 1941, el Sub Lt. Howell posa junto a un
Albacore del 767 Sqn. en Arbroath, donde siguió el curso de apontaje en
portaaviones.
El
18 de octubre de 1941, el 828 Sqn., con 11 Albacores y un Swordfish, desembarcó
del HMS Ark Royal para unirse al 830 Sqn. en sus combates nocturnos
contra las fuerzas del Eje en el Mediterráneo. El 28 de octubre 7 Albacores
atacaron el aeródromo de Comiso con sus bombas, perdiendo un avión. La base de
submarinos de Augusta recibió la visita de 4 Albacores la noche del 5 de
noviembre, encajando bombas de 500 y 250 lbs. Volvieron la noche siguiente,
logrando un notable éxito a pesar de la intensa antiaérea. Dos noches más
tarde otros 4 Albacore bombardearon tres zonas industriales en Sicilia.
La base naval italiana de Augusta, en la costa este de Sicilia.
De
nuevo sobre la base de submarinos de Augusta, el 8 de noviembre, 5 de estos
biplanos la bombardearon con bombas de 500 lbs. GP para las dársenas, de 500
lbs. semiperforantes para los submarinos y de 25 lbs. incendiarias lanzadas
desde 3500 pies (1066m.) para su mejor dispersión. A su vez, 4 Albacores
bombardearon el aeródromo de Catania 24 horas después, volando a través de una
densa lluvia y mala visibilidad. Por si esto fuera poco, los Albacore asumieron
también la tarea de lanzamiento de minas y la madrugada del 19 de noviembre
cinco de ellos volaron en línea (lado a lado) para cubrir de minas la ruta que
empleaban los convoyes de suministros para Rommel.
Tres Albacore despegan, armados con torpedos, desde
Malta.
La primera operación conjunta de los 828 y 830 Sqns. se llevó a cabo
el 20 de noviembre, cuando 6 Albacores del 828 y 5 Swordfish del 830 atacaron
el puerto de Trípoli. El día siguiente, un Short Sunderland con base en Malta
informaba de la presencia de un convoy a 12 millas al sur del cabo Spartivento
(la punta de la “bota” de la península italiana). Se trataba de dos cruceros de
la clase Zara escoltando a cuatro mercantes hacia Bengasi. Por tanto, un
Swordfish equipado con radar ASV lideró una formación de 3 Swordfish del 830
seguidos de 4 Albacores del 828 para interceptar las naves enemigas. Los siete
aviones atacantes montaban sendos torpedos equipados con detonadores Duplex que
los harían estallar bien por impacto o por detección magnética. El tiempo, como
de costumbre, era malo, muy nublado y con mala visibilidad. A pesar de ello,
los agresivos biplanos lanzaron sus torpedos y tres de los Albacore alcanzaron
con sus torpedos a dos buques de 7000 tons. y a otro de 6000. Uno de los
Swordfish también consiguió un impacto contra uno de los cruceros, el Duca
degli Abruzzi, que quedó fuera de combate durante siete meses.
El Luigi di Savoia Duca Degli Abruzzi, de maniobras
en 1938. Alcanzaba unos impresionantes 34 nudos. A pesar de las vicisitudes de
la guerra, permaneció en servicio hasta 1961.
Seis Albacore lanzaron minas a la
entrada de Ras Makhabey el 22 de noviembre; aunque la idea original era minar
la entrada de Trípoli, ¡30 millas más al este! El 27 de noviembre 5 Albacores
despegaron para bombardear el aeródromo de Castel Benito, pero se encontraron
con una densa capa de nubes, si bien tres de ellos consiguieron atravesarla y
bombardear en picado sus objetivos. 24 horas más tarde lo intentaron de nuevo,
sólo para verse envueltos en una tormenta con aparato eléctrico. Volando con
notable insistencia, se vieron recompensados saliendo de la tormenta por el
lado opuesto del aeródromo, bombardeándolo, aunque uno de los Albacores fue
destruido por un impacto directo de fuego antiaéreo.
Un Albacore del 828 Sqn, con base en Hal Far,
Malta.
Durante el final de
noviembre y primeros de diciembre el tiempo fue tan malo que fueron muy pocas
las operaciones que pudieron realizarse, los aeródromos de hierba eran
auténticos lodazales. Una de esas pocas fue el 3 de diciembre, que vio despegar
a 4 Albacore para bombardear Augusta una vez más y tres días después otros
cuatro bombardearon aeródromos junto a Trípoli.
En un ataque contra
buques de suministro unas noches más tarde, un Albacore lanzó su torpedo
demasiado cerca del agua, de modo que éste golpeó bruscamente la superficie,
destrozándose así la rueda izquierda y dañándose los timones del torpedo, que
no pudo navegar correctamente, por lo que se perdió en el mar. El avión se
estrelló al aterrizar forzoso en Hal Far.
Con la intención de
seguir presionando al enemigo, una fuerza de Albacores y Swordfish lanzaron
minas ante el puerto de Trípoli la noche de Navidad. Las lluvias torrenciales,
tempestades, tormentas eléctricas y persistentes capas de nubes bajas anunciaron
la llegada de 1942. La forzosa estancia en tierra permitió al personal de
tierra efectuar exhaustivos mantenimientos y puestas a punto de sus muy
fatigados biplanos.
Además del combate, los accidentes también pasan
factura en Malta: El Swordfish “M” del 830 Sqn. se acercó demasiado al Albacore
y lo dejó como puede verse.
Estaba quedando claro que
el Albacore carecía de la legendaria fiabilidad mecánica de su predecesor, el
Swordfish. Se dio un ejemplo el mismo 1 de enero de 1942 cuando cuatro Albacore
despegaron para lanzar minas en las cercanías de Zuara y uno de ellos regresó
prematuramente por problemas en el alternador. Un Bf109 lo atacó cuando se
acercaba a aterrizar, alcanzándole con sus disparos. Otro lanzó su mina antes
de llegar a la zona por problemas eléctricos. El tercero lanzó su mina también
antes de tiempo al averiarse su motor, se le vio por última vez cruzando la
costa de Túnez echando humo. El cuarto sí, consiguió lanzar su mina sobre el
objetivo previsto y regresar sano y salvo.
La noche siguiente, dos
Albacore salieron para atacar sendos mercantes enemigos, guiados por un
Wellington con radar. Aunque se notificaron impactos contra dichos buques, uno
de los dos Albacore fue dañado por la antiaérea. El 828 quedaba reducido a 8 Albacores
y el 830 contaba con sólo 2 Swordfish con los que sembrar de minas el puerto de
Trípoli. Objetivo que solía implicar un fatigoso y estresante vuelo de 6 horas,
en ocasiones para comprobar que las bengalas no funcionaban.
Con el mal tiempo los
biplanos de trasladaron a Luqa, que contaba con pistas firmes. Los pocos Albacores
y Swordfish disponibles estaban siendo
equipados con radares ASV (Air-Surface Vessel) que ayudaban notablemente en la
búsqueda de navíos enemigos durante las misiones nocturnas. El problema era que
había realmente pocos Albacores operativos para efectuar esas misiones. La
escasez de repuestos se cobraba un alto peaje.
Un Albacore arde en Malta, destruido tras un ataque
aéreo germano.
El almirante Boyd ordenó a uno de sus pilotos de Egipto que llevase un Sqn. de Albacores de relevo a Malta, pero cuando llegó al hangar de mantenimiento sólo encontró dos y no estaban en condiciones de vuelo. Salió en solitario el 9 de febrero siguiendo la costa norteafricana, llegando a Hal Far al día siguiente. Tres más seguirían ese rumbo a lo largo del mes, pero uno se estrelló cerca de Gazala, otro desapareció en el mar entre Bengasi y Malta y el tercero logró alcanzar la isla, elevando la fuerza de Albacores del 828 Sqn. a... ¡Cinco unidades! De todos modos sólo había seis tripulaciones para utilizarlos y el 830 no andaba mucho mejor con sus Swordfish.
Esto
no impidió a los valerosos pilotos de los desfasados biplanos seguir atacando
buques del Eje. El 31 de enero 3 Albacores encontraron un mercante a la luz
de la luna y lo dejaron escorado, con al menos un impacto de torpedo en su
casco. El procedimiento habitual consistía en un Albacore (o Swordfish) dotado
de radar ASV liderando el vuelo. Este localizaba los blancos y portaba
bengalas, que lanzaba un poco adelantadas al rumbo del barco objetivo, de modo
que éste quedase iluminado en el momento de efectuarse los ataques con torpedos
de los demás biplanos. Así fue durante la noche del 15 al 16 de febrero cuando
un Swordfish ASV y 4 Albacores torpederos atacaron una fuerza naval
enemiga compuesta por 4 cruceros y 9 destructores al noroeste de
Malta. Aunque los Albacore tenían órdenes de regresar a Malta antes del
amanecer, para evitar un peligroso encuentro con los Bf109 de la primera
patrulla diurna del Eje, el líder del vuelo decidió que el objetivo era
demasiado importante para abandonarlo y permanecieron en la zona de combate
hasta el final.
Los
Albacore enviaron con éxito sus torpedos a dos cruceros y un destructor. El
último en aterrizar de regreso en Malta no lo hizo hasta pasadas las 9 de
la mañana; por suerte para ellos... ¡los Bf109 se retrasaron aquel día!
Los Albacore y Swordfish supusieron una constante
espada de Damocles para la Marina italiana.
Otros
reducidos grupos de Albacores siguieron efectuando ataques a lo largo del mes,
aunque el 22 de febrero fue la Luftwaffe la que bombardeó Hal Far, destruyendo
tres y dañando otros tres Albacores del 828 Sqn. Ataques como ése fueron in
crescendo durante marzo, causando bajas adicionales en ambos Sqns. Para
sacar mejor partido a los recursos disponibles, el 828 y el 830 se fusionaron
en una nueva unidad, un “Naval Air Squadron”, para dar una mejor capacidad
operativa aunque ambos Sqns. mantuvieron sus identidades a nivel
administrativo.
Por ejemplo, cuando un
convoy enemigo fue localizado a 25 millas de Linosa, un Swordfish ASV lideró a
tres Albacore para atacarlo, pero sin resultados distinguibles. Había tan pocos
Swordfish disponibles que casi siempre ellos se encargaban de emplear el radar
ASV y lanzar bengalas sobre los blancos para facilitar el ataque en sí, efectuado
por Albacores.
Para julio de 1942
ambos Sqns. contaban entre los dos con un reducido puñado de aviones, de modo
que el lanzamiento de bengalas y otras tareas tuvieron que ser asumidas por los
Wellington de la RAF.
Vickers Wellington Mk.I ASV, con las cuatro grandes
antenas del radar en su lomo.
Y así fue la cosa... Un
Swordfish y 2 Albacores torpedearon un buque de 5000 tons. la noche del 2 al
3 de septiembre, forzándolo a embarrancar. Un destructor fue víctima del ataque
de un Swordfish y 2 Albacores, guiados por un Swordfish ASV, que le acertaron
en mitad del casco. La noche del 18 al 19 de octubre un Albacore y 2
Swordfish atacaron un convoy integrado por 4 transportes de suministros y 7 destructores, hundiendo uno de los mercantes.
Un grupo de ataque aún
más reducido, compuesto por un Swordfish ASV, uno torpedero y un Albacore
atacaron un buque enemigo dejándolo inmóvil en el mar. El mismo grupo salió la
noche siguiente, encajando uno de sus torpedos en un petrolero de 6000 tons.
La escasez de
repuestos alcanzaba tintes surrealistas, hasta el punto de que algunos
Swordfish y Albacores se mantenían en vuelo... ¡gracias a componentes de
aviones enemigos derribados sobre la isla! El personal de tierra hizo
verdaderos milagros, llegando a reconstruir un Albacore prácticamente destruido
en un bombardeo, empleando piezas de otros aviones destruidos, propios y
alemanes, así como otros elementos fabricados artesanal y extraoficialmente en
el propio taller.
Por
otra parte, el Afrika Korps se batía en clara retirada a finales de 1942 y
otros dos Squadrons de Albacores, 821 y 826 (sólo la mitad de éste, pues la
mitad de sus Albacores eran de gran ayuda en
los combates finales del Desierto Occidental) llegaron a Malta para evitar que
los suministros del Eje alcanzasen su destino.
Un Albacore del 821 Sqn. calienta su Taurus antes
de despegar hacia Malta, equipado con un depósito ventral y contenedores subalares
con recambios.
Tres Abacores del 821
Sqn. estaban de patrulla la noche del 19 de enero de 1943 y torpedearon un
barco de 5000 tons. que acabaría zozobrando y otro más pequeño, de 2000, que se
partió en dos y se hundió. Dos Albacore nunca regresaron de sus misiones, pero
la buena noticia era que el Afrika Korps había sido expulsado de Trípoli el 23
de enero.
El 9 de febrero fue la
vuelta al minado. Cuatro Albacores del 828 lanzaron minas magnéticas de 1500
lbs. a la entrada del puerto de Trapani. El 22 de marzo el 826 Sqn. fue
trasladado de regreso al Norte de Africa, donde sus Albacore estaban siendo
echados de menos.
Albacores del 821 Sqn. sobrevuelan la “Blue Grotto”
en la agreste costa de la isla de Malta.
Con
mal tiempo, una formación de Albacores del 828 Sqn. volaba a través de Sicilia
el 12 de marzo, a la búsqueda de buques enemigos, siendo los primeros en
hacerlo allí desde el comienzo de la guerra. Aunque uno de ellos fue alcanzado
por una intensa artillería antiaérea cerca de Palermo, prosiguieron con su
rastreo. Por fin, encontraron un petrolero de 8000 tons. que fue alcanzado por
un torpedo en mitad del casco. Un rápido vistazo antes de poner rumbo de
regreso les permitió comprobar que el buque se había detenido y un destructor
se acercaba en su auxilio.
La
noche siguiente, otro Albacore del 828 Sqn. echó a pique otro petrolero, pero
hubo bajas que incluyeron al CO del Squadron. A pesar de ello, el 828 Sqn.
prosiguió con los ataques el resto del mes, a veces con torpedos y a veces con
bombas de 250 lbs. Además, en algunas ocasiones los Albacore del 828 y del 821
Sqns. volaban juntos en algunas misiones para aumentar su capacidad ofensiva,
aunque los objetivos empezaban a ser más escasos. Muchos de los barcos enemigos
eran de escaso tonelaje y trataban de escurrirse en la noche rescatando tropas
alemanas de la costa tunecina.
Perfil de uno de los Albacores del 821 Sqn. que
reforzaron a sus compañeros en la asediada isla de Malta.
Por su parte, la caza
nocturna alemana estaba presente en la costa siciliana pero extrañamente
contaban una pequeña luz roja en el morro que daba una cierta alerta previa a
los tripulantes de los Albacore, aunque algunos de ellos fueron derribados.
A lo largo de los
meses de mayo y junio, el 821 Sqn. estuvo muy ocupado lanzando minas y bengalas
mientras el 828 Sqn. atacaba cualquier buque enemigo que encontrase. El 31 de
mayo dio comienzo la Operation Corkscrew (sacacorchos), el plan para la
invasión de la isla italiana de Panteleria y
fueron los Albacore del 828 los que marcaron con sus bengalas y dirigieron el
fuego para el bombardeo naval que efectuó el crucero Orion. Esta clase de
misiones continuaron hasta la rendición de la isla, el 10 de junio.
Un torpedo alcanza el costado de un petrolero de
8000 tons.
La nocturnidad y el radar contribuyeron decisivamente al éxito de los Albacore.
La
noche del 18 al 19 de junio, en el puerto siciliano de Siracusa, un Albacore
del 828 Sqn. hundió el Velino, un petrolero italiano de 8000 tons. Para
finales de mes, al 828 no le quedaban más que tres Albacores funcionales y el
826 Sqn. regresó desde Africa para relevarlo, momento en que el tan combativo
828 Sqn. dejó de existir. La fuerzas aliadas desembarcaron en la costa sur de
Sicilia el 10 de julio y a medida que la lucha se desplazaba cada vez más al
norte y a la misma Italia, el trabajo de las fuerzas aeronavales en Malta
comenzó a decaer.
Dejamos por ahora la escasamente conocida historia de combate del Fairey ALBACORE, el previsto sucesor del celebérrimo Swordfish.
Como habéis visto, si bien no logró su relevo, sí consiguió aportar un potencial bélico equivalente o complementario, logrando numerosos éxitos para aviación militar británica, así como un muy reivindicable arrojo y combatividad por parte de sus entregados aviadores.
¡Saludos desde EL HANGAR!
Muy buena reseña, muy completa. Siempre me llamó la atención que el Albacore no terminase sustituyendo al Swordfish. A fin de cuentas, era más rápido, tenía mucho más alcance, y la comodidad de una cabina cerrada. Cosas de la Royal Navy.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Emilio! Pues aún me faltan bastantes cosas por contar, que dejaré para una próxima entrada. Por lo visto, el Albacore tenía ventajas sobre el Swordfish, pero también inconvenientes, como su inferior maniobrabilidad, lo que impidió una sustitución real del "Stringbag".
EliminarMuy interesante.
ResponderEliminarUn saludo de tu compañero del equipo 3.
¡Muchas gracias, colega!
EliminarPor tu comentario y por visitar el blog, que se agradece el interés :)