12 noviembre, 2012

Los Ki-61 en Wings of Glory - 2ª Parte

Matsumi Nakano
y
Chuichi Ichikawa
  
Matsumi Nakano
  El Ki 61-I-B  (Otsu) escogido por ARES para representar a Nakano.
 El símbolo del timón es la inicial de su apellido en el alfabeto silábico japonés (na).
 
        He buscado exhaustiva e infructuosamente la biografía de este As japonés, especialmente distinguido en el pilotaje del Ki-61 en la defensa de Japón frente a los superbombarderos B29.
        Unicamente he logrado encontrar el relato de los hechos de armas respecto a tales acciones, que referiré a continuación.
        Su primera victoria contra los B29 tuvo lugar el 3 de diciembre de 1944, cuando Nakano atacó una escuadrilla de 12 B29 que volaban en formación sobre Tokio. Después de atacarlas varias veces infructuosamente mediante técnicas convencionales, decidió embestir una de las aeronaves enemigas con su propio caza. Con la hélice de su Ki-61 destruyó el timón de un B29 y consiguió su derribo, mientras él aterrizaba forzoso en un arrozal en la región de Ibaraki.

Matsumi Nakano se lleva por delante el timón del enorme bombardero.
A pesar del impacto, logró aterrizar forzoso su Ki-61 con daños leves.

        Esta acción supuso para Nakano y su compañero en aquel combate, Masao Itagaki, la concesión del “Bukosho”, la máxima condecoración militar japonesa y que hasta aquellos momentos tan críticos para la nación sólo se había concedido a título póstumo.
        A los pocos días, su Ki-61 con la hélice aún dañada por la colisión, era exhibido en el exterior de unos grandes almacenes en Matsuya, en la región de Tokio, junto a una reproducción a escala real de un B29 y varias piezas recuperadas del bombardero abatido. Sorprendentemente, lo escaso de los daños en la parte inferior de su avión sugiere que habría aterrizado en el arrozal con el tren desplegado.

 El deteriorado morro del Hien de Nakano, expuesto junto a la silueta de un B29.
 
        Nakano volvería a derribar un B29 por el método de embestida el 27 de enero de 1945, de nuevo acompañado por Masao Itagaki. En esta ocasión interceptaron un grupo de 10 B29. Nakano atacó en picado a un cuatrimotor y falló, tras lo cual voló en su persecución y destrozó su cola, provocando su caída. Tras el derribo, aterrizó forzoso con éxito una vez más.
Solamente él e Itagaki recibieron una aún más rara segunda medalla de “Bukosho” Clase A. Su registro final ascendía a tres B29 derribadas, una dañada y dos Grumman F6F Hellcats derribados.
        El ejemplar que representa a Nakano en Wings of Glory es un Ki-61 I-B (Otsu) equipado con 4 ametralladoras de 12,7mm.

 Matsumi Nakano.
  
Chuichi Ichikawa
El Ki 61 I-Kai D representando a Ichikawa.
El avión original, cuya rarísima decoración (el trébol no tiene ningún significado especial en la cultura japonesa) lo hace diferente a cualquier otro, era un Ki 61 I–D (Tei) que montaba dos cañones de 20 mm en el capó y dos ametralladoras de 12,7 en las alas.
 El modelo presentado por ARES es una versión de intercepción con esas dos ametralladoras en el capó y dos cañones de 30 mm en las alas.
Este peculiar aparato no fue pilotado únicamente por Ichikawa, sino que también fue la última montura de Kobayashi durante la guerra.
 
        Chuichi Ichikawa fue uno de los mayores Ases de cazas monomotores contra las B29 que arrasaban Japón en los últimos meses de la guerra. Nació en Tokio en 1918 e ingresó en la Escuela de Vuelo del Ejército de Kumagaya en calidad de cadete en el Programa de Vuelo Juvenil en febrero de 1936. obtuvo su graduación al año siguiente, tras la cual se unió al 9 Sentai.
        El Incidente de Nomonhan (la guerra ruso-japonesa en Khalkin-Gol) estaba finalizando cuando Ichikawa llegó a Manchuria para incorporarse a su unidad, de modo que no llegó a participar en ningún combate. Seguramente esto fue una suerte para él, ya que en septiembre de 1939, el 9 Sentai volaba los anticuados Kawasaki Ki-10, los últimos cazas biplanos del Ejército Imperial, inferiores a sus rivales soviéticos.
        En 1941, Ichikawa se trasladó a la División de Inspección del Aire, donde efectuó vuelos de prueba con nuevos aviones, desarrollando su potencial de combate. En diciembre de 1942 ingresó en la Academia de Vuelo del Ejército y tras graduarse en junio del siguiente año, fue destinado al 78 Sentai en Rabaul, que empleaba el Nakajima Ki-43-II “Oscar”. Al poco de su incorporación, la unidad se trasladó a Nueva Guinea, un escenario que no tardaría en ganarse el siniestro apodo de “Cementerio de pilotos de caza del Ejército”.

 Tres Ki 43-II del 77 Sentai sobrevuelan la jungla. Equivalente al Zero en la Fuerza Aérea del Ejército Imperial, sufrió como el caza naval una progresiva obsolescencia frente a la continua mejora de los cazas aliados.
 
        Tras varios meses de acción casi ininterrumpida, el Ki-43 de Ichikawa se incendió en el transcurso de un combate y el piloto sufrió graves quemaduras. A pesar de ellas, sobrevivió y le trasladaron a un hospital en Japón para su restablecimiento. Una vez recuperado, Ichikawa se unió al 244 Sentai basado en Chofu, encargado de la defensa de la capital Imperial.
        Sería éste el cometido que llevaría a Ichikawa a alcanzar la fama, al combatir contra los formidables B29 con tanta osadía como destreza.

Ichikawa da “las buenas noches” a un B29 mediante un demoledor ataque frontal.
 
La noche del 15 de abril de 1945 derribó dos de estas “Superfortress” y dañó una tercera. Uno de tales derribos lo consiguió gracias a una colisión intencionada contra el avión enemigo con su Ki-100. Tras el tremendo choque, saltó en paracaídas gravemente herido. Gracias a esta valerosa acción, Ichikawa recibió la máxima condecoración japonesa, el Bukosho. De hecho, es uno de los sólo cinco pilotos que lo recibieron de Clase A. Sin esperar a recuperarse de sus heridas, volvió al combate con sus camaradas del 244 Sentai sólo 10 días más tarde. Por añadidura, recibió el ascenso a capitán en junio. Al finalizar la guerra, el registro del capitán Ichikawa totalizaba nueve B29 derribados y seis más dañados, además de un único F6F Hellcat abatido.
        A pesar de resultar gravemente herido en combate en dos ocasiones, sobrevivió a la guerra. Pero, como Kobayashi, moriría durante los años 50 “con las botas puestas”, pues se estrelló cuando volaba para la compañía privada Aoki en 1954.

Chuichi Ichikawa.

        Con la historia de los dos pilotos que acompañan a Teruhiko Kobayashi en los Ki-61 elegidos por Ares para sus miniaturas, terminamos por hoy.
        Si has leído esto y tienes información sobre la vida de Matsumi Nakano que yo no he logrado encontrar, te agradecería que la compartieras para mejorar esta entrada.


¡Saludos desde
 EL HANGAR!

Firebrand
 

2 comentarios:

  1. Apasionante relato, aunque prefiero el Ki100, siempre es estimulante. Gracias

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    1. Celebro que esta breve reseña haya ganado tu atención, Pablo. Lamento no haber logrado encontrar más información sobre Nakano, pero me ha resultado del todo imposible.
      No cabe duda de que el Ki-100 deomstró ser un avión muy superior al modelo original, pero el Ki-61 tuvo un gran protagonismo contra los B29 y la gente de ARES se lo ha reconocido con las tres miniaturas de Kobayashi, Nakano e Ichikawa.

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